martes, 30 de junio de 2015

Y a vos, ¿QUÉ MIERDA TE PASA?

Y a vos, ¿qué mierda te pasa?
me pregunto tras esta pantalla.
¿Qué pasará por tu cabeza cuando conmigo no estás?
¿Pensarás que estoy con alguien más?
No, no creo. Bah, dudo que siquiera me pienses,
aún más, que en tu rutina me tengas presente.

Y a vos, ¿qué mierda te pasa?
¿Qué escondés tras esa cabizbaja?
¿Qué habrá tras esa juguetona sonrisa?
¿Y de esa mirada tan pícara?.
¿Porqué siento que te escondés tras una máscara?
¿Porqué tengo la sospecha que bajo el rol de tu personaje y de tu disfraz, ahí estás?

Pero habiendo dicho eso...
Y a mi, ¿qué mierda me pasa?
¿Qué carajos hiciste conmigo?
Ya no me reconozco...
De esa guapa que solía ser, no queda ningún vestigio.

Y a mi, ¿qué mierda me pasa?
¿Cuando fue que me convertí en un ser vulnerable, sensible y cambiante?
Seguro fue gracias a vos que me ablandaste
y vete tú a saber si produje el mismo efecto
¿Tal vez?... ¿Quizá?... Nah, pero no estaría mal.

Y para mi, lo más importante: Y a NOSOTROS, ¿qué mierda nos pasa?.
A mi de todo, a vos, me imagino (espero me equivoque) la nada misma.
Yo tan vueltera, vos tan palo y a la bolsa.
Yo tan sincera, vos tan directo.
Yo con mis rayes y vos con tus histeria...

Igual, no se que es lo que más me asusta:
el sentir que esta situación me gusta,
el hecho de que todo esto lo vea perfecto,
o lo que más temo, ambas cosas...
En caso de ser así, negra, estás hasta las manos







domingo, 28 de junio de 2015

Wasting love in a desesperate caress...

Antes que te vayas, dejame decirte una cosa, no te acostumbres a mi. No te acostumbres a mi, a mi amor a cuenta gotas, a mis desquiciante personalidad ni a mi voluble carácter, tan sólo limitate a tu rol de amante, amigo y pañuelo de lágrimas, y no, hoy no quiero tus palabras rebosantes de ternura ni nada que se le asemeje.
Perdón si te parezco un tanto fría, pero mi corazón ya no tolera otra  decepción, también se que no está bien compararte con aquellos fantasmas del pasado, ni mucho menos lo está endilgarte culpas que no te corresponden... Yo no pretendo lastimarte, jamás  podría, aunque lo hago día a día, lo se, lo veo en tus ojos, puedo notar ese destello en tus  ojos, puedo ver como van in crescendo el amor y la resignación propios de aquél que mendiga amor a quien ni puede, quiere o aún peor, no sabe amar por mucho que lo deseara, porque no sabe como.
¿Te leí la mente, no? Si supieras la cantidad de veces que estuve en tu lugar, tus sentimientos hacia mi pasarían del amor más primitivo y carnal a una profunda compasión y lástima.
Y es por esos y tantísimos otros motivos por los que te pido, imploro y ruego que no te acostumbres a mi. ¡No seas necio y escuchame! Te estoy dando la oportunidad de escapar de este suplicio enfermante al cual te gusta llamar "amor", sólo por esta vez, dejemos las cosas como están, que quede claro que con la desnudez de mi alma no busco enamorarte, no es lo que pretendo... Si querés podés irte o quedarte, lo que vos elijas vas a estar bien y no pienso convencerte ni de una ni la  otra, tomalo como una advertencia, si te quedas estas avisado, lo nuestro es un amor desperdiciado...

domingo, 14 de junio de 2015

Problemas existenciales II: Te amodio hasta el cielo ida y vuelta

Esto de que te adentres en mis pensamientos,
no me estaría agradando nada...
quiero volver a ser dueña de mi raciocinio
ansío desterrar esta quimera,
mezcla de fantasía y verosimilidad,
utopía y realidad.

¡Quiero, quiero y re contra mil quiero!.
Lo grito a los cuatro vientos.
Mientras, anhelo y espero,
aguanto y me muero,
aguardo, aunque no es mi deseo.

Fusionándose así,
mis ganas de amar y odiar,
besar e insultar,
acariciar y golpear.

Estas polaridades, de magna intensidad,
se atropellan por salir a la par,
eso si, cuando lo logran, me vuelvo bipolar,
a lo Dr. Jekill y Mr. Hyde
y es por eso que entenderme nunca podrás.

Dicho sea de paso, tampoco te comprendo
no es que sea una ciencia
pero para semejante tarea
se necesita paciencia;
en vastas cantidades,
sólo comparables a mis ganas de asfixiarte...

Asfixiarte con mi amor, claro está
¡no soy tan animal!,
a lo sumo un poco bestia y salvaje,
¿será por eso que no hay hombre que me aguante?.

En fin, me estoy yendo por las ramas
es que cuando de vos se trata,
mi coherencia siempre se aparta
por tu culpa, tu culpa y tu re putísima culpa.

¡Andate un rato de mi mente!
pero por lo que más quieras,
prometeme firmemente,
que en mi vida te quedás para siempre.




domingo, 7 de junio de 2015

Tengo ganas de ti...



Tengo ganas de ti,
De sentir tu piel junto a la mía,
De fundirnos en un beso y viajar a la locura.

Tengo ganas de ti,
De despertar entre tus brazos,
De extraviarme en tu boca, tus ojos, tus manos.

Tengo ganas de ti,
De perderme y reencontrarme en tu mirada,
De naufragar sin rumbo, sin destino, sin preocupaciones.

Tengo ganas de ti,
De empaparme en tu perfume, de probar tus labios,
De sentir tu calor una y otra vez,
Hasta que el sol bañe nuestra piel.

Tengo ganas de ti,
De escuchar tu voz, de tenerte a mi lado
De abandonarme en tus abrazos,
De sentir miedo, esa incertidumbre propia del amor
“¿Será un sueño? ¿Será verdad?”
Sólo se que no lo quiero averiguar.

Tengo ganas de ti,
Y aunque este anhelo dure un suspiro o una eternidad,
Solo se que hoy tengo ganas de amar.

miércoles, 3 de junio de 2015

Conociéndome III: Hacerme la cabeza no está bueno.



Y si, como tantas otras cosas que tengo la costumbre de hacer, es un maldito pensamiento que tengo que cambiar, me cuesta horrores, pero por alguna razón (que desconozco) termino cayendo dentro de este círculo vicioso...
No importa que haga, diga o sienta siempre va a estar ese pequeño pedacito de mi que va a acribillarme a preguntas, haciéndome dudar hasta de mi nombre, por el simple perverso placer de torturarme para hacerme sentir una boluda, cuando me doy cuenta que al final, nada era tan malo ni tan bueno como yo pensaba.
Por suerte, este es otro de mis tantos malos hábitos arraigados que poco a poquito (step by step) estoy en proceso de mejorar; no digo que estoy intentando ni que ya lo mejoré porque la primera, me da la sensación de rendirme de ante mano, dejándome un sabor amargo al fallar como si el simple lo intenté fuese a consolarme, y la segunda es una etapa a la cual todavía no llegué y espero alcanzarla algún día, porque no quiero que la terrible inquisidora siga atormentándome hasta el fin de los siglos, porque de una vez y para siempre, quiero eliminar esa vocecita agobiante, que me recuerda a mi vieja, desalentándome a cada paso, a cada pequeño logro que alcanzo. Ya no me digo a mi misma, bien fuerte y claro. Es tiempo de cortarlo y mirar hacia adelante, de hacer frente a esa voz y decirle Chau flaquita, hasta acá llegaste, volvé por donde viniste, de última, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué sea feliz? Si, esta vez no tengo miedo de ser feliz...